Dejadlos Crecer Juntos
Hay que decirle al Señor que hoy también nos acercamos a su presencia para pedirle que nos explique sus enseñanzas. En nuestra vida muchas veces no podemos ver claro lo que Él pide o no entendemos lo que nos dice. En esta parábola sin embargo, abre con claridad lo que quiso explicar a la humanidad. Jesus quiere que seamos la buena semilla que pertenece al Reino de Dios.cuanto duele al Señor saber que muchos eligen el camino del mal y se apartan de Él; a nosotros también nos apena ver que efectivamente muchos se deciden por ser cizaña que ha sembrado el demonio. Satanas esta en lucha contra Dios y contra los hombre, que busca constantemente que las almas se alejen de su creador.
Pero Dios, el creador y dueño de campo que es el mundo, seguir cuidando con mucha misericordia de su campo y trabajará no por arrancar la cizaña, sino para convertirla en bellas espigas que serán recogidas en la buena cosecha. Aunque en el mundo físico esto no es posible, sin embargo Dios puede hacer esto, pero necesita también de nuestra labor, de nuestras oraciones y nuestros sacrificios para ayudar a convertir a los pecadores.
Para nosotros esto es posible mientras hay vida, y una vez llegado el momento de rendir cuentas, Dios que nos persiguió con su amor infinito, nos evaluara con su infinita justicia.Pidamos a Los Ángeles, cosechadores del Señor, que ayuden a los seres humanos a obrar el bien y pertenecer al Reino de Dios. Hay que tener fe, porque en nuestra vida muchas veces luchamos por lo que no vemos, pero al fin al veremos por lo que luchamos: por Dios y su Reino.
El Señor nos dice que el que persevere hasta el fin, ese se salvara (Mt 10, 22). Este es el llamado a la perseverancia en el bien, en ser semilla buena que da fruto abundante en el campo del mundo creador por Dios. Pero la soberbia es la que descomponer la buena semilla que Dios ha sembrado, porque es asemejarse al maligno que se ha rebelado contra Dios, o como decía San Agustin, es hacerse perverso e imitador de los errores del diablo.
La cizaña sera quemada en el día de la ciega. Este día final se le suele pintar con tintes tremendo stars y catastróficos, infundiendo miedos y terrores. Para quie se ha esforzado en seguir la voluntad de Dios, aun a pesar de nuestras muchas deficiencias, debilidades y errores, no puede menos que esperar la misericordia y consideración por parte de Dios. No nos preparamos para un día de temor, sino para un día de esperanza y retribución. Si pensamos mas frecuente en este día de la cosecha, sabremos vivir recta mente, incluso en las derrotas si van acompañadas de una sincera lucha y u sincero arrepentimiento. Así brillaremos también en este mundo con el fulgor de los hijos de Dios.
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