WORLD MISSION DAY / DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISSIONES

WORLD MISSION SUNDAY
Next weekend we will celebrate world Mission Sunday. This year we are invited to support the 1,150 of the youngest dioceses in Africa, Asia, the pacific Islands, and parts of Latin America and Europe. Please keep the Missions in your prayers and please be generous in next week‐end’s collection for the Society of the Propagation on the Faith.

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
El próximo fin de semana celebraremos el domingo Mundial de las Misiones. Este año estamos invitados a apoyar las 1, 150 diócesis
mas jóvenes en África, Asia, Islas del Pacifico, partes de Latinoamérica y Europa. Por favor, mantenga a las misiones en sus plegarias y por favor, sea generoso en la recolección del próximo fin de semana destinado a la Sociedad para la Propagación de la Fe.
WMS 2015 English Poster

Octubre, Mes del Respeto a la Vida / October, Respect Life Month

Un mensaje del Cardenal Sean P. O’Malley Sobre Octubre: Mes del Respeto a la vida

Estimados amigos en Cristo: Uno de los deseos más profundos del corazón humano es descubrir nuestra identidad. A menudo, como sociedad y como individuos, nos identificamos según lo que hacemos. Basamos nuestro valor en lo productivos que somos en el trabajo o en la casa, y determinamos que nuestra vida es mejor o peor en base al grado de independencia o placer. Quizás incluso comencemos a pensar que si nuestra vida, o la de los demás, no “alcanza” ciertas expectativas es menos valiosa o menos digna de ser vivida. El Mes Respetemos la Vida es un buen momento para reflexionar sobre la verdad de quiénes somos. Nuestro valor no se basa en nuestras destrezas ni en nuestro nivel de productividad. Más bien, descubrimos nuestro valor cuando descubrimos nuestra verdadera identidad: el hecho permanente e inmutable de que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y se nos llamó a compartir un destino eterno junto a él. Debido a esto, absolutamente nada puede disminuir la dignidad que Dios nos dio y, por lo tanto, nada puede disminuir el incalculable valor de nuestra vida. Otros quizás no respeten dicha dignidad, y quizás incluso intenten socavarla, pero al hacerlo se distancian del tierno abrazo de Dios. La dignidad humana es para siempre. Ya sea que la vida dure un breve momento o cien años, la vida es sin duda un regalo perfecto. A cada paso y en cada situación, existimos gracias al amor de Dios. Un hombre mayor cuya salud se deteriora rápidamente; una niña en el vientre de su madre con un diagnóstico que indica que quizás no viva mucho; un pequeño con síndrome de Down; una madre que enfrenta un cáncer terminal; quizás tengan muchos problemas y necesiten nuestra ayuda pero cada una de esas vidas merece vivir. Cuando veamos sufrir a los demás, acerquémonos para abrazarlos con amor y permitir que Dios obre a través de nosotros. Esto tal vez implique hacer una pausa para escuchar; o tal vez ofrecer servicios de relevo o preparar comidas para una familia que enfrenta una enfermedad grave. Tal vez implique simplemente estar presente y disponible. Y, por supuesto, siempre implica rezar, presentar sus necesidades ante el Padre y rogarle que obre en sus vidas. Sufrir, o ver a otra persona sufrir, es una de las experiencias más difíciles. El miedo a lo desconocido puede tentarnos a tomar el control de maneras que ofenden nuestra dignidad y pasan por alto el respeto que cada persona merece. Pero no estamos solos. Cristo sufrió más de lo que podemos imaginar y nuestro sufrimiento puede ser significativo cuando lo unimos al suyo. En especial cuando atravesamos situaciones difíciles, se nos invita a aferrarnos a la esperanza de la Resurrección. Dios está con nosotros a cada paso del camino, concediéndonos la gracia que necesitamos. En momentos de sufrimiento, tengamos la valentía de aceptar la ayuda que los demás sinceramente quieren darnos y de ofrecer la ayuda que los demás necesitan. Fuimos hechos para amar y ser amados; debemos depender de los demás y servir al prójimo con humildad, caminando juntos en momentos de sufrimiento. Nuestras relaciones deben ayudarnos a crecer en el amor perfecto. Aprendamos a olvidarnos de nuestras expectativas de perfección y al contrario, aprendamos más a vivir según las expectativas de Dios, quien no nos llama a ser eficientes o exitosos materialmente, sino a amar con abnegación. Nos invita a abrazar cada vida durante todo su tiempo, nuestra vida y la de quienes ha puesto en nuestro camino. Cada vida merece vivir.


 

A message from Cardinal Sean P. O’Malley Regarding October: Respect Life Month

My dear friends in Christ: One of the deepest desires of the human heart is to discover our identity. So often, as a society and as individuals, we identify ourselves by what we do. We base our worth on how productive we are at work or at home, and we determine our lives to be more or less good depending on the degree of independence or pleasure. We may even begin to believe that if our lives, or those of others, don’t “measure up” to a certain standard, they are somehow less valuable or less worth living. Respect Life Month is a fitting time to reflect on the truth of who we are. Our worth is based not on our skills or levels of productivity. Rather, we discover our worth when we discover our true identity found in the unchangeable, permanent fact that we are created in God’s image and likeness and called to an eternal destiny with him. Because of this, absolutely nothing can diminish our God-given dignity, and therefore, nothing can diminish the immeasurable worth of our lives. Others may fail to respect that dignity—may even try to undermine it—but in doing so, they only distance themselves from God’s loving embrace. Human dignity is forever. Whether it lasts for a brief moment or for a hundred years, each of our lives is a good and perfect gift. At every stage and in every circumstance, we are held in existence by God’s love. An elderly man whose health is quickly deteriorating; an unborn baby girl whose diagnosis indicates she may not live long; a little boy with Down syndrome; a mother facing terminal cancer— each may have great difficulties and need our assistance, but each of their lives is worth living. When we encounter the suffering of another, let us reach out and embrace them in love, allowing God to work through us. This might mean slowing down and taking the time to listen. It might mean providing respite care or preparing meals for a family facing serious illness. It might mean simply being present and available. And of course, it always means prayer–bringing their needs before the Father and asking him to work in their lives. Experiencing suffering—or watching another suffer—is one of the hardest human experiences. Fear of the unknown can lead us into the temptation of taking control in ways that offend our dignity and disregard the reverence due to each person. But we are not alone. Christ experienced suffering more deeply than we can comprehend, and our own suffering can be meaningful when we unite it with his. Especially in the midst of trials, we are invited to hold fast to the hope of the Resurrection. God is with us every step of the way, giving us the grace we need. In times of suffering, let us have the courage to accept help that others genuinely want to give, and give the help that others need. We were made to love and be loved; we are meant to depend on one another, serving each other in humility and walking together in times of suffering. Our relationships are meant to help us grow in perfect love. Let us learn to let go of our own standards of perfection and instead learn more deeply how to live according to God’s standards. He does not call us to perfect efficiency or material success; he calls us to self-sacrificial love. He invites us to embrace each life for as long as it is given—our own lives and the lives of those he has placed in our paths. Every life is worth living.

Respect Life / Respeto a la Vida

 

El mes de Octubre es el mes del respeto a la vida. Aquí están unos artículos que explica porque nos dedicamos este mes a la vida y porque es importante.

Respect-Life-Program-2015-Flyer-Esp


 The month of October is the month to respect life. Here are some articles that explain why we dedicate this month and why it’s so important.

Respect-Life-Program-2015-Flyer-Eng

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2015 / WORLD MEETING OF FAMILIES 2015

En preparación para el Encuentro Mundial de Familias, estaremos publicando varios artículos en las próximas semanas para que juntos podamos vivir según el tema de este año:

“El amor es Nuestra Misión: La Familia Plenamente Viva”

ELIGIENDO LA VIDA

Comenzamos esta catequesis explicando que Dios nos creo para un propósito. El Dios que encontramos en Cristo Jesús nos ama, y nos invita a amar tal como el. El matrimonio es el sacramento que trae fertilidad a esta misión de amor. Si entendemos que el amor es nuestra misión en nuestro matrimonios, familias, y parroquias, entonces hemos aprendido una verdad básica que dará figura a muchas áreas de nuestra vida. Por ejemplo, si fidelidad al pacto requiere refrenamiento y perseverancia, si nuestros cuerpos y el mundo material pueden ser las venas de la divina gracia, entonces podemos abordar las cuestiones de sexualidad, ecología, tecnología, y medicina con un compromiso renovado y mas conocimiento. Ahora nos damos cuenta porque una catequesis acerca de la familia ha sido en si una catequesis para toda la vida. Si hemos aprendido a ver nuestras familias como iglesias domesticas, si hemos aprendido porque el individualismo moral no es el contexto adecuado para recibir la instrucción católica, entonces hemos adoptado un punto de vista que reorientaría toda nuestra identidad. Esta misión no esta reservada para algunos solamente o para gente extraordinaria. Esto tampoco significa que de alguna manera debamos de dejar de ser nosotros mismos o ir en busca de una perfección imposible con el fin de ser testigos del evangelio. Quizás pueda
significar que algunas veces somos la minoría en una cultura secular que ve la vida diferente. Pero la Iglesia tiene amplia experiencia en diversos contextos culturales, ofreciendo sabiduría y consejo acerca de las practicas espirituales que nos sostienen. Lea por favor el catecismo para mas detalles. El amor es nuestro origen y nuestro destino, por eso solo de esta manera de amar podemos ser verdaderamente satisfechos, y que el, amor es nuestra misión.


 

To prepare for the World Meeting of Families, in the following weeks we will be publishing articles so together we can live according to this year’s theme:

“Love is our Mission: The Family Fully Alive”

CHOOSING LIFE

We began this catechesis by explaining that God made us for a reason. The God we meet in Jesus Christ loves us, and calls us to love as he does. Marriage is the sacrament that brings human fertility into this mission of love. If we understand that love is our mission in our marriages, families, and parishes, then we have learned a basic truth that will shape many other areas of life. For example, if fidelity to the covenant requires restraint and perseverance, if our bodies and the material world can be vessels of divine grace, then we can approach questions of sexuality, ecology, technology, and medicine with renewed commitment and insight. We now realize why a catechesis on the family has actually been a catechesis for all of life. If we have learned to think of our families as domestic churches, if we have learned why moral
individualism is not the right context for receiving Catholic teaching, then we have adopted a view that will reorient our whole identity. This mission is not reserved for the few or for the extraordinary. Nor does it mean that families somehow have to stop being themselves or seek after some impossible perfection in order to witness to the Gospel. It may mean that we are sometimes minorities in a secular culture that sees life differently. But the Church has wide experience of many different cultural contexts, offering wisdom and advice about spiritual practices to sustain us. Please see the catechism for more details. Love is our origin and destiny, which is why only the way of love can truly satisfy, and that is why Love is Our Mission.

 

 

 

 

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2015 / WORLD MEETING OF FAMILIES 2015

En preparación para el Encuentro Mundial de Familias, estaremos publicando varios artículos en las próximas semanas para que juntos podamos vivir según el tema de este año: “El amor es Nuestra Misión: La Familia Plenamente Viva”

MADRE, MAESTRA, FAMILIA: LA NATURALEZA Y ROL DE LA IGLESIA

Desde la apertura de los primeros párrafos, esta catequesis explica como fuimos creados para la comunión con Dios y los unos para con los otros. La Iglesia tiene una forma institucional porque esta comunión debe ser visible y palpable, y active en el mundo. Los miembros, como venas terrenales de la Iglesia, son necesarias para proclamar una realidad espiritual: la Iglesia es la esposa de Cristo Jesús, y “ella” no es “algo” sino “alguien.” En las palabras del Papa San Juan XIII, la Iglesia es nuestra madre y maestra, nuestra ayuda y guía, y nuestra familia en la fe. Todos los bautizados son hijos e hijas de la Iglesia, dándole a los cristianos la más auténtica y fundamental identidad. Como miembros de la Iglesia, somos miembros de “un solo cuerpo” que no es definido por alguna calificación humana, como edad, nacionalidad, o inteligencia, o por algún logro humano, como eficiencia, organización o virtud moral. Aun cuando sus propios miembros o lideres pecan, nosotros necesitamos de la sabiduría de la Iglesia, sus sacramentos, su apoyo y proclamación de la verdad. Así como nuestra condición pecadora nunca borra nuestra humanidad creada a la imagen de Dios, cuando los católicos pecan, eso no borra la santidad de la Iglesia. La esencia de la Iglesia depende en Jesús, una fundación que nos hace responsables, pero que a la vez es mas segura que cualquier logro o fracaso humano. Dios nunca nos abandona. A pesar de sus muchas fallas, la Iglesia nunca olvida su responsabilidad de predicar y vivir el evangelio. “El Amor es Nuestra Misión,” y la Iglesia es la familia que enseña y manifiesta este amor.


To prepare for the World Meeting of Families, in the following weeks we will be publishing articles so together we can live according to this year’s theme: “Love is our Mission: The Family Fully Alive”

MOTHER, TEACHER, FAMILY: THE NATURE AND ROLE OF THE CHURCH

From its opening paragraphs, this catechism has explained how we were created for communion with God and one another. The Church has institutional forms because this communion must be visible and tangible, and active in the world. The Church’s earthen vessels are necessary for proclaiming a spiritual reality: the Church is the Bride of Christ, a “she,” not an “it.” In the words of Saint John XXIII, the Church is our mother and teacher, our comforter and guide, our family of faith. All the baptized are the Church’s sons and daughters, giving Christians our most fundamental and authentic identity. As members of the Church, we are members of the “one body” that is not defined by any human qualification, such as age, nationality, or intelligence, or by any human achievement, such as efficiency, organization, or moral virtue. Even when her people and leaders sin, we still need the Church’s wisdom, sacraments, support, and proclamation of the truth. Just as our own sinfulness never erases our creation in God’s image, when Catholics sin, that does not erase the Church’s holiness. The Church’s essence depends on Jesus, a foundation which holds us accountable, but which is also deeper and more secure than any human achievement or failure. God never abandons us. Despite her many failures, the Church cannot shirk the responsibility to preach and live the Gospel. “Love is our mission,” and the Church is the family that teaches and embodies this love.

 

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2015 / WORLD MEETING OF FAMILIES 2015

En preparación para el Encuentro Mundial de Familias, estaremos publicando varios artículos en las próximas semanas para que juntos podamos vivir según el tema de este año:

“El amor es Nuestra Misión: La Familia Plenamente Viva”

To prepare for the World Meeting of Families, in the following weeks we will be publishing articles so that together we can live according to this year’s theme:

“Love is our Mission: The Family Fully Alive”

UN HOGAR PARA EL CORAZON HERIDO

Jesús puso estándares altos acerca de la castidad, pidiéndole a sus seguidores que vivieran diferente al resto del mundo. Jesús enseño acerca de la sexualidad y el matrimonio, el cual nosotros podemos encontrar difícil de aceptar y vivir, tanto en tiempos antiguos como en nuestros días. Pero Jesús nos invita a vivir en sacrificio por una buena razón. Jesús nos dice la verdad acerca de como amar, y por eso si respetamos nuestros votos matrimoniales, practicamos dominio propio, y nos tratamos el uno al otro castamente, comunión y libertad espiritual vendrán sobre nuestros corazones y nuestras comunidades.

Por supuesto, todos caemos y pecamos, hiriéndonos a nosotros mismos y a otros en el proceso. El pecado causa un profundo dolor en la vida familiar. Por esta razón, el Papa Francisco, en una ocasión, comparó de una manera muy acertada a la Iglesia con “un hospital después de una guerra.”

En nuestra vida parroquial ordinaria, cada una de nosotros cumple su misión cuando cargamos las penas los unos de los otros y nos ayudamos a sanar las heridas. Nadie debe estar solo u olvidado en la parroquia. La Iglesia es una familia de aquellos quienes han encontrado a Jesús, quienes confiesan que Jesús es el Señor, quienes desean que la gracia de Jesús le de forma a sus vidas, y se ayudan los unos a otros a responder a su llamado. La persona de Jesús favorece la paciencia, perdón y confianza para que podamos convertir y renovar nuestro corazón en áreas que, de otra manera, se nos haría imposible. Aun con cualquier controversia que se alza en nuestra cultura o lo que otros hagan o dejen de hacer, Jesús y sus sacramentos están siempre con nosotros, y el Amor es siempre nuestra misión.


A HOME FOR THE WOUNDED HEART

Jesus set a high standard for chastity, asking his followers to live differently from the rest of the world. Jesus taught things about sexuality and marriage which we may find difficult to accept and live, both in ancient times and today. But Jesus asked us to live sacrificially for good reason. He tells us the truth about how to love, and so if we respect marriage vows, practice self-control, and treat each other chastely, communion and freedom of spirit will dawn in our hearts and in our communities.

Of course, we all stumble and sin, hurting ourselves and others in the process. Sin causes profound pain in family life. That is why Pope Francis once famously likened the Church to “a field hospital after battle.” Pope Benedict called each parish a “family of families.”

In our ordinary parish life, each of us fulfills our mission when we bear one another’s burdens and help each other heal the wounds. No one should be lonely or forgotten in a parish. The Church is a family of those who have encountered Jesus, who confess that he is Lord, who desire his grace to shape their lives, and so help each other respond to him. Jesus’s way enables patience, forgiveness, and trust, so that we can convert and renew our hearts in ways that would otherwise seem impossible. Whatever controversies might arise in our culture, whatever others might do or fail to do, Jesus and his Sacraments are always with us, and love is always our mission.

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2015 / WORLD MEETING OF FAMILIES 2015

En preparación para el Encuentro Mundial de Familias, estaremos publicando varios artículos en las próximas semanas para que juntos podamos vivir según el tema de este año:

“El amor es Nuestra Misión: La Familia Plenamente Viva”

To prepare for the World Meeting of Families, in the following weeks we will be publishing articles So that together we can live according to this year’s theme:

“Love is our Mission: The Family Fully Alive”

LUZ EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS

El Papa Francisco ha reconocido que la Iglesia es popular cuando los Católicos trabajan por la justicia social. “Pero,” continuo el Papa, con respecto a “la crisis cultural” a la que se enfrenta la familia, “encontramos que es difícil hacerle ver a la gente que cuando creamos conciencia contraria a la opinión publica, lo hacemos precisamente por fidelidad a las mismas convicciones referentes a la dignidad humana y del bien común.” Este capitulo examina cuidadosamente temas como la pornografía, anticonceptivos, y los llamados, “matrimonio del mismo sexo.” Estos son los temas donde la Iglesia Católica parece estar en conflicto con la opinión popular. Leer este capitulo en su versión completa da un oportunidad para considerar la enseñanza de la Iglesia Católica. Cada uno de los temas mencionados merece un espacio mas amplio que lo que esta breve lectura puede ofrecer. Pero como ya mencionamos al principio de esta catequesis de preparación, toda la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio, la familia y la sexualidad fluyen de la persona de Jesús. La teología moral Católica se basa en la convicción Cristiana de la creación de Dios y su alianza, la caída de la humanidad, y la encarnación de Jesús, su vida, muerte y resurrección. Estas enseñanzas llevan entre si un precio a pagar y un sufrimiento para todos los que se consideran seguidores de Jesús, pero también abren nuevas oportunidades para el embellecimiento y el florecimiento humano. Este capitulo ofrece una oportunidad para explorar como todo se complementa, aun cuando esto significa tomar un partido donde no se esta de acuerdo con la opinión popular. Este capitulo enseña como cuando la Iglesia dice “no” a algo que el mundo secular acepta, lo hace con un deseo profundo de decirle que “si “ a Dios y a su plan para nuestras vidas.


LIGHT IN A DARK WORLD

Pope Francis observed that the Church is popular with the world when Catholics work for social justice. But, the Pope continued, with respect to “the cultural crisis” facing the family, “we find it difficult to make people see that when we raise other questions less palatable to public opinion, we are doing so out of fidelity to precisely the same convictions about human dignity and the common good.” This chapter carefully examines subjects such as pornography, contraception, and so-called same-sex marriage. These are topics where Catholic teaching tends to be at odds with current worldly opinion. Reading this chapter in its entirety is an opportunity to consider the reasons for the Church’s teaching. Each one of these issues deserves more space than this summary paragraph can offer. But as we said at the start of this catechesis, all Church teaching about marriage, the family, and sexuality flows from Jesus. Catholic moral theology builds upon basic Christian convictions about God’s creation and covenant, humanity’s fall, and Christ’s incarnation, life, crucifixion, and resurrection. These teachings involve costs and suffering for all who would be Jesus’ disciples, but they also open up new opportunities for beauty and human flourishing. This chapter is your chance to explore how it all fits together, even when it might mean taking unpopular stances in our culture. This chapter explains how every time the Church says “no” to something which secular society accepts, it is for the sake of enabling a deeper “yes” to God and his plan for our lives.

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2015 / WORLD MEETING OF FAMILIES 2015

En preparación para el Encuentro Mundial de Familias, estaremos publicando varios artículos en las próximas semanas para que juntos podamos vivir según el tema de este año:

“El amor es Nuestra Misión: La Familia Plenamente Viva”

To prepare for the World Meeting of Families, in the following weeks we will be publishing articles so that together we can live according to this year’s theme:
“Love is our Mission: The Family Fully Alive”

EL AMOR ES FECUNDO

“El amor es nuestra misión” para todos – no solo para los casados. El matrimonio católico es un hermoso sacramento, pero no es necesario para complementar la vida humana. En cualquier sociedad muchos serán marginados cuando se ve al matrimonio como obligatorio, como si uno necesitara una pareja sexual para sentirse completo. El celibato en al Iglesia se contrapone a esta desviante idea, insistiendo que la vida fuera de un matrimonio es también con miras a ser hermosa, social y sacramental.

El celibato católico y el matrimonio tienen un mismo razonamiento, porque en ambos casos, el amor nos compromete al servicio y nos une a la cruz. La vida del celibato puede ser laical o clériga. El celibato puede ser una elección por botos a la vida religiosa o como resultado de no tener la capacidad de llegar al matrimonio por alguna discapacidad u otra circunstancia. Hay muchas maneras de ser célibe, cada uno con distinciones importantes, pero para ser fecundas, todas requieren una acción interna desde el alma, un ofrecimiento de nuestro corazón al Señor. Los célibes y matrimonios sabios y maduros practican muchas de la mismas habilidades espirituales. Ambos, el celibato y el matrimonio, proclaman que la intimidad sexual no puede ser un experimento temporal o audición condicional. Ambos, el celibato y el matrimonio, crean solidaridad entre ambos sexos, rechazando al sexo en el contexto de lo que el Papa Francisco llama “la cultura del desperdicio.” Crear comunidades donde hombres y mujeres solteros experimenten el gozo y vivan su misión es algo que los cristianos necesitan hacer los unos por los otros.


ALL LOVE BEARS FRUIT

“Love is our mission” for everyone – not just those who are married. Catholic marriage is a beautiful sacrament, but it is not necessary for a fully human life. In any society, many will be marginalized if marriage is seen as mandatory, as if one needs a sexual partner in order to be complete. Celibacy in the Church resists this misleading idea, insisting that life outside of marriage is also meant to be beautiful, social, and sacramental.

Catholic celibacy and marriage have the same inner rationale, for in both cases, love commits us to service and joins us to the cross. A life of celibacy may be lay or ordained. Celibacy can be chosen, as in vowed religious life, or as a result of being unable to marry, due to disability or other special circumstance. There are many ways of being celibate, each with important distinctions, but to be fruitful, they all require a similar internal motion of the soul, an offering of our heart to the Lord. Wise and mature celibates and spouses practice many of the same spiritual skills. Celibacy and marriage both proclaim that sexual intimacy cannot be a temporary experiment or a conditional audition. Both celibacy and marriage create solidarity between the sexes, rejecting sex in the context of what Pope Francis called the “throwaway culture.” To create communities where unmarried men and women experience joy and live their mission is something Christians need to do for one another.